La compatibilidad entre dos personas del mismo signo suele ser alta. Compartir un puñado de características y de puntos de vista hacen más fácil la conexión y el entendimiento entre ellos.
Con Géminis ocurre lo mismo. Este signo de aire, jovial y travieso, hace “click” rápidamente con otro Géminis que busca diversión, buena comunicación y una relación que no caiga en la rutina.
Ésa es la pega, si hablamos de un compromiso duradero. Dos Géminis (muy Géminis) de entrada no muestran un interés excesivo en quedarse anclados en una relación.
Géminis es un signo que vive el momento. Es cambiante. Se aburre con facilidad. Ama la aventura y la diversión. De ahí que tarde en sentar cabeza.
Se supone que lo tienen más fácil aquellos Géminis que cuenten con la influencia de signos más estables en sus respectivos perfiles. Por ejemplo, que tengan la Luna o a Venus en Capricornio (u otro signo más apaciguado que el tabardillo Géminis).
Para todo lo que sigue, habrá que tener esa idea en cuenta.
Géminis y Géminis en el trabajo
Los principales puntos fuertes del dúo Géminis son las ideas y la buena comunicación que impera entre ellos.
El más débil, como hemos dicho, la inconsistencia.
¿Te imaginas a dos Géminis llevando a término un proyecto? Comenzaría de manera brillante. Aunque, si ninguno de ellos tira de las riendas e inspira al otro para que siga adelante, cabe esperar que cambien de rumbo cada dos por tres.
Ay, Géminis… Es listísimo, pero de un disperso…
Géminis y Géminis como amigos
Donde más destaca la compatibilidad entre Géminis es aquí, en la amistad.
Dos Géminis juntos jamás se aburren. Son cómplices de sus travesuras y siempre tienen de qué hablar.
La comunicación entre ellos es extenuante para una persona común. Saltan de un tema a otro, poniendo a prueba sus reflejos y alimentando su mutua curiosidad. Tal es su sintonía, que uno termina las frases del otro, cuando el que está en medio (que no es Géminis) hace tiempo que perdió el hilo de la conversación.
Los amigos Géminis se ríen, se divierten y no se desgastan en dramones. Cada uno va a lo suyo y, cuando se juntan, la prioridad es pasarlo bien.
Géminis y Géminis en el amor
Géminis quiere una pareja mentalmente estimulante. Y, como fan de lo tecnológico que es, es frecuente que conozca a individuos interesantes en Internet; que después los encuentre en persona y que descubra que falta química en lo físico.
¡Bah! No pasa nada. ¿Para qué complicarse la vida? Si dos Géminis no se gustan, buscan a otra persona y en paz.
Y, si se gustan, su relación durará lo que tenga que durar y será cualquier cosa, menos aburrida.
Otra ventaja es que no suelen tener problemas de cuernos. Un Géminis entiende que otro Géminis es sociable y coqueto, y le da su espacio.
Además, se calan enseguida. Saben cuándo el otro está coqueteando inocentemente o cuándo está tratando de ligarse a un tercero. ¿Es lo segundo? Que cada uno siga su camino y ya está.
En definitiva, Géminis no sólo evita echarse la soga al cuello, sino que pasa página pronto en las relaciones que no funcionan. Así, sin ponerle empeño, ¿cómo va a formalizar una relación?
No obstante, Géminis las formaliza. Es capaz de mantener una relación estable, por lo que hemos dicho al principio. ¿Cómo saberlo? Sólo hay una manera: Dándole la oportunidad.
Tú, que eres Géminis, ¿estás dispuesto a dársela a un compañero de signo?
Conclusión: Compatibilidad alta. La conexión es instantánea, sobre todo en la amistad. En las relaciones románticas, depende.
Esta compatibilidad se publica por iniciativa propia. Después de unas cuantas conflictivas (de tierra y fuego), apetece hacer un descanso. Y a Géminis lo tenemos muy descuidado últimamente…
