Predicciones horrorosas para virgo

virgoVirgo, ese signo equilibrado y sensato, capaz de encontrar el punto lógico a cualquier situación, es nuestro homenajeado hoy en la serie de predicciones horrorosas.

Nuestro protagonista no tiene por costumbre leer las predicciones para su signo, pero ha llegado a hacerlo justo a tiempo para evitar un enorme desastre.

Amigo virgo, usted está enamorado de tauro. Admítalo y quítese por un momento esa máscara de: “Yo no he sido.

Tauro aceptó la invitación para tomar café en su casa. Invitación que aparentaba ser inocente por su parte, porque a lo que en realidad quería invitar a tauro era a recrear una de las febriles noches de Sodoma y Gomorra. (No se haga “el logui”.)

Con los nervios contenidos, irá a hacer la compra pertinente para su cita: deliciosas pastitas y café orgánico, del bueno.

Llegará a la tienda de sagitario, que le venderá café vietnamita, que él mismo pasó de contrabando por la aduana.

Lo que sagitario nunca supo, pero usted descubrirá más tarde, es que ese café exclusivo es en realidad un carísimo kilógramo de caca de cabra enana (vietnamita, eso sí).

Las pastas, en mala hora, las comprará en la tienda de capricornio. Al pobre le va tan mal el negocio, que le venderá unas pastas que caducaron en 1980 diciéndole que se las acaban de traer.

De regreso a casa, comenzará a chispear y usted abrirá su paraguas automático.

Al desplegarse bruscamente, el paraguas golpeará a un mimo callejero piscis, desplazándolo hasta la calzada. Allí impactará contra él un camión de mercancías, que no podrá esquivarlo.

Usted sólo oirá el golpe y no se detendrá (por las prisas).

Al entrar al portal de su bloque, la vecina de abajo cáncer le pedirá por favor que le de un consejo, porque su planta favorita ha crecido considerablemente de un día para otro. Pero, como tendrá que preparar su cita, usted le dirá que se pasará a verla más tarde.

Comenzará a limpiar la casa y, a los pocos minutos, verá una gran mancha de humedad en el techo del salón.

El origen de la misma será que el bebé escorpio del piso de arriba arrojará su pañal al water nada más despertarse y, después, se entretendrá tirando de la cadena provocando una inundación.

El papá géminis, que pasará varias horas haciendo gestiones telefónicas, no se dará cuenta del suceso hasta que el agua le llegue a los tobillos.

Muy alarmado, el géminis le dejará al bebé escorpio en casa, sin darle más opción y ¡llamará a los bomberos!

Usted dejará el bebé en el sofá, mientras sigue ordenando la casa.

El bebé escorpio mirará por la ventana y verá a sus dos vecinas nudistas, libra y leo, que se han quitado la ropa y se han tumbado en la terraza para que la lluvia moje sus cuerpos.

Al bebé le faltará tiempo para asomarse a la ventana y colgarse, con la habilidad de un mono araña, en el cable de la luz que cruza la calle.

Usted mirará de reojo y verá al escorpioncito colgando del cable y, a medio camino del infarto, se abalanzará hacia la ventana, por si puede rescatarlo.

Tratará de alcanzarlo, sin éxito, pero con el esfuerzo descolgará una de sus prendas íntimas del tendedero, que caerá al vacío.

Esa prenda se posará sobre la cabeza de un taxista aries sediento de amor. Lo considerará un gesto maravilloso e insinuante, y subirá escaleras arriba con corazoncitos en las pupilas de sus ojos.

– ¿Dónde estás, amor? ¿Dónde estás?

Tal será el frenesí que empujará a aries, que subirá los escalones de tres en tres, superando al jefe de bomberos acuario, que ya estará trabajando con su equipo para resolver el problema de la inundación.

Aries llegará a su piso y echará la puerta abajo, enajenado por el ímpetu amoroso. Verá que usted sigue en la ventana extendiendo los brazos hacia el cable de la luz y le abrazará por la espalda con la fuerza de un pulpo gigante.

Usted sólo gritará, entremezclando en sus alaridos frustración y displacer.

Tauro hará su entrada en el edificio, asustándose por el trasiego del operativo de bomberos.

Al llegar a su piso, les verá a usted gritando en la ventana y a aries detrás, pegadito como una lapa.

De la impresión, se marchará corriendo dando la primera excusa que se le pase por la cabeza:

– Acabo de acordarme… de que tengo una prima quemándose en Móstoles.

planta carnívoraHuirá escaleras abajo y será interceptado por la planta de la vecina cáncer, que ha seguido creciendo en este rato hasta salir por la puerta de casa.

La bella y exótica planta carnívora abrirá sus fauces y, desgraciadamente, no dejará que tauro llegue a Móstoles.

Este caos absoluto se resolverá en unas cuantas horas, aunque a usted le quedará el trauma y una radical alergia al café.

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Dedicado a los virgo del mundo. Gracias a Noemí por la petición. 😉

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