Aquí viene todo un despliegue de fantasía y ternura, pero siempre que empieces tú. El amante piscis prefiere que sea su pareja quien lleve la iniciativa en este asunto. ¡Oh! Es tan pudoroso…
El ambiente ideal (velas, chimenea encendida… y otros detalles dulces) y piscis llegará a la cama con el romanticismo y la sensibilidad puestos. No pasa nada. Se los puedes quitar a golpe de fusta. La sumisión le pone bastante.
Es muy bueno en los preliminares y en el sexo oral. Además, muy versátil a la hora de elegir una ubicación. Piscis será feliz en la cama, en la bañera y hasta en una silla de las duras (Ufff… Esto le fascinará).
El revolcón perfecto: cualquier signo que quiera salirse de lo convencional.