Enamorarse de sagitario es una aventura, como ésas que le gustan tanto a este signo. La consigna básica es entender el amor como una relación donde prime la libertad; un vínculo basado en la comprensión mutua y donde cada uno tenga su espacio personal.
Sagitario se siente especialmente atraído por gente de la que pueda aprender algo, porque así puede satisfacer su curiosidad.
Al mismo tiempo, concede bastante importancia a que la persona tenga un físico cuidado. Pero no por una razón superficial. Una persona con un físico cuidado le transmite el mensaje de que… ¡está vivo! ¡le gusta moverse! Lo mismo hasta tiene un hobby interesante y todo… ¿Cuál será?
A sagitario le gusta explorar, le encanta la actividad física, moverse de un lado a otro y, fundamentalmente, divertirse. La persona que desee conquistarle habrá de tenerlo en cuenta.
Para sagitario el amor no es nada dramático. No se monta en su cabeza la típica novela amorosa en la que se sufre indefinidamente. Al arquero es difícil verlo enfangándose con sus propias lágrimas y, si lo ves, a buen seguro tratará de no repetirlo. ¡La vida está para intentar ser feliz!
Otro factor importante a tener en cuenta: la sinceridad. Sagitario es alérgico a cualquier mentirijilla o embuste rotundo. Las mentiras, sean piadosas o como arma de seducción, hay que ahorrárselas. Este signo lo lleva tan a rajatabla, que no duda en retirar su respeto a las personas insinceras.
¿Por dónde empezar? Invítale a salir, con tu mejor sonrisa y derrochando desparpajo. Sagitario se toma mejor que alguien lleve la iniciativa; digo mejor que sus dos compañeros de fuego, aries y leo. No tiene esa necesidad de llevar siempre la voz cantante.
¡Oh! Y hay algo que también hay que considerar: La castidad no se hizo para sagitario. Adora los placeres de la carne como a todos los demás placeres. Es dado a disfrutar del sexo con efusividad y experimentando hasta donde le permite su imaginación.
No me digas que no son suficientes pistas. Ahora será más fácil trazar la estrategia. Eso espero. ¡Mucha suerte!
