Leo es un signo de fuego y el más dominante de todos los del zodíaco. Es un líder natural y magnánimo al que suelen acompañar importantes virtudes.
Se trata de un signo muy creativo; suele darle un toque personal a todo lo que realiza. Nada de vulgaridades, por favor.
Leo es generoso, cariñoso, bondadoso y posee un gran sentido del humor. También es ambicioso; suele ponerse metas muy altas, porque cree en sí mismo. Así como el fuego, leo utiliza su fuerza para arrasar los obstáculos a su paso, caiga quien caiga y pese a quien le pese.
Es de naturaleza noble y suele perdonar las ofensas. A pesar de ser tremendamente orgulloso, rara vez se aprovechará de una victoria para humillar a alguien. Sin embargo, sí puede mostrarse prepotente en ocasiones.
Leo tiene una gran capacidad organizativa y le gusta hacer uso de ella. Prefiere ser jefe antes que empleado y necesita hacer aquello que considera que es importante. Tiene necesidad de poder, dotes de mando y sabe transmitir su autoridad. Lo mejor es que lo puede hacer sin ser un tirano, sino haciendo gala de su buen carácter.
Le encanta sobresalir y ser admirado. Si le admiras un poco, su generosidad hacia ti no tendrá límites. Leo es desprendido con las personas que quiere, llegando a hacer con gusto aquello que le desagrada o que no haría para otras personas.
Le gusta vivir bien, la comodidad y el lujo. Al dinero le da muchísima importancia, sobre todo si es para gastarlo.
Es el mejor amigo que puedas tener. Sincero y leal, tanto en las buenas como en las malas. Detesta la hipocresía, la falsedad y las medias tintas. Si le preguntas su opinión, ten cuidado, porque su cruda franqueza puede herir tu sensibilidad.
Es muy independiente. No lo atosigues ni vayas a molestarle, que te manda a freír espárragos sin contemplaciones.
Leo no es astuto y siempre va de frente. Lo ves venir. Ésa puede ser su debilidad, pero en realidad en esa transparencia radica su fuerza.
Todas esas virtudes pueden tener un lado oscuro. Si un leo se vuelve negativo, es absolutamente insoportable, un creído, déspota, despiadado, orgulloso y con muy mal genio. Si leo está amargado, amargará a todos los que vivan cerca.
Altivo, majestuoso y encantador. Así es leo.
