No es tarea fácil entender a los perceptivos y emocionales signos de agua. Por eso, hoy nos aproximamos a uno de ellos, a cáncer.
Cáncer está regido por la Luna; ésa que puede mecer suavemente las olas o darles la fuerza devastadora de un tsunami. Quizás nos sirva esta imagen para tratar de entender sus cambios de humor, que son tan intensos como drásticos.
Ya dijimos que cáncer es una esponja para las emociones. Si tuviéramos que quedarnos con la mayor vulnerabilidad de este signo, probablemente sería ésa. Cáncer se impregna, se contamina con las energías que capta alrededor y esto influye en sus súbitos cambios de humor.
Hay signos del zodiaco que cambian de humor varias veces durante el mismo día, pero lo de cáncer es más exagerado. Puede estar bien ahora; sonriente, sociable, cariñoso y, al minuto siguiente, no queda ni rastro de esas sensaciones. Cáncer cambia drásticamente, sin que los que estemos alrededor le encontremos la lógica.
Pues sí, cáncer, de estar contento y feliz, puede verse inundado en un minuto por una tristeza sobrecogedora o por una ira tremebunda; ya sea porque capte malas vibraciones o porque su memoria le rescate algún recuerdo espinoso. Porque ésa es otra: Cáncer no olvida, ni lo bueno ni lo malo. Cada error y cada caricia dejan huella en su corazón. Y cualquier circunstancia puede hacerle evocar el recuerdo que precipite su cambio de humor.
Como decimos, cáncer le da un giro a sus emociones y, cuando éstas son muy negativas, trata de ocultarlas o de alejarse, porque no le gusta mostrar debilidad.
Esa oposición a la vulnerabilidad hace que cáncer utilice con frecuencia su armadura. Y, cuando ésta no es suficiente, se aleja para estar a solas.
A menudo rehúsa a dar explicaciones y nos quedamos con el interrogante de qué hemos podido decir o hacer para que reaccione de esa manera. Quizás nos enteremos más adelante, cuando cáncer quiera…
Y otra forma en la que cáncer combate esa vulnerabilidad es actuando en sentido opuesto: convirtiéndose en un protector de hierro para los suyos. Ahí no deja ver ni una pizca de debilidad.
Espero que esto nos ayude a entender mejor a ese empático y cambiante signo de la Luna.