Sagitario y sus alumnos

Ser maestro es difícil, incluso para Sagitario, que es uno de los mejores dotados para esta misión y, además, parte con la vocación de construir una sociedad donde todos tengamos cabida.

Es empático, simpático, divertido, honesto y alienta a los pequeños a pensar por sí mismos y a tomar decisiones.

Idílico. Maravilloso, al menos sobre el papel. Ya que, en la práctica, el grupo de alumnos se le ha subido a la parra y está agotando la energía de este maestro ejemplar.

Observa el panorama que encuentra, hoy mismo, el maestro Sagitario en su aula de educación infantil:

ARIES: Escandaloso y revoltoso, como cabe esperar, interrumpe a los que están concentrados para preguntarles qué hicieron ayer o qué piensan hacer cuando salgan de clase.

Sin que venga a cuento, da coscorrones a los más aplicados y se ríe sonoramente.

Así pasa la mayor parte del día. Y, ni quien le diga nada, ya que el muy cuco saca estupendas calificaciones en los exámenes.

borde frutas 1

TAURO: Sagitario le encarga que reparta los juguetes para que todos los niños tengan uno. Tauro dice que sí. Pero, en cuanto los compañeros se acercan, sólo consiente darle uno a su mejor amigo/a Cáncer.

Se arma la primera trifulca de la mañana.

Una vez solucionada, Tauro aprovecha para comer a escondidas en su espacio. Algunos compañeros se acercan para que les dé un poquito de lo que trae, a lo que Tauro no accede ni por asomo.

Los lloros prosiguen.

GÉMINIS: No se calla ni para tomar aliento. Cuando toca trabajar en silencio, levanta la mano continuamente para preguntar en voz alta al profesor.

Cuando están en grupo realizando la tarea, Géminis comienza a hablar de temas apasionantes. Hoy, de superpoderes.

Géminis convence a sus compis de que su superpoder es la telepatía y los anima a que descubran cuál es el suyo. ¿Será volar? ¿Por qué no prueban tirándose por la ventana?

CÁNCER: Está conforme con que Tauro le haya dado un juguete. Pero, a partir de ahí, todo es una dolorosa injusticia.

El mismo Tauro no le ha dejado probar su bocadillo de jamón. Aries se mueve por toda la clase. Géminis le interrumpe cuando está dibujando. Piscis ha acaparado todos los lápices de color azul…

La llantina de Cáncer es desquiciante para Sagitario, que comienza a bizquear del agotamiento.

LEO: Canta y hace posturitas gráciles en clase para lucir su temprano talento. Está preparándose para ser la estrella de la próxima función escolar, “Entre frutas”, donde interpretará a una lozana manzana en busca de su media naranja.

Además de protagonista, se erige en director y da órdenes a los otros niños que participan en la obra. Alrededor, sólo se escuchan protestas y más lloros.

VIRGO: El alumno/a que se pasa de ejemplar. Tiene su espacio meticulosamente ordenado. Ordena las mesas de los otros niños y la del propio maestro, suscitando un mosqueo generalizado.

Tarda horrores en salir de clase, porque quiere recoger lo que hay tirado en el suelo, limpiar la pizarra, poner los juguetes en su sitio, etc.

Habla con otros para criticar por la espalda, alimentando la crispación: “Leo está creído/a.” “Mira a Piscis. Juraría que acaba de darle un lametón al pegamento.”

LIBRA: Se autoproclama árbitro de las desavenencias entre sus pequeños compañeros. Los consuela. Los anima. Les da consejos para llevarse bien entre ellos y con sus padres. Y, por supuesto, para elegir mejor su ropa.

Entrando en el tema de los atuendos, le pone pegas al vestuario de la función escolar, donde también participa como la fresa que se enamora de un plátano seductor. Quiere un traje de gasa con capa y de ahí no hay quien lo/la saque.

Sagitario no puede con su vida: “Pero Libra, ¿dónde has visto tú una fresa vestida así?

borde frutas 2

ESCORPIO: Lleva todo el trimestre en plan escapista. No entra a tiempo a clase o se escabulle durante la misma.

Se halla investigando la escabrosa vida del conserje, que al parecer tiene una amante, novia… o lo que sea, y hace cosas muy interesantes mientras sus compañeritos se entretienen en estupideces de frutas y en hacer tareas con lápices y pegamentos.

CAPRICORNIO: Hace alarde de su sentido de la responsabilidad. Avanza en la lectura, en tanto sus compañeros echan a perder su futuro.

Eso sí, bien que se ríe cuando Géminis intenta convencer a los otros para que se tiren por la ventana e interrumpe su precoz escalada hacia el éxito para gritar: “ ¡Que salte! ¡Que salte!

ACUARIO: Arma la bronca con Leo, quien está impidiendo que algunos compañeros participen en la obra teatral. De eso nada. Todos tienen derecho a salir a escena y a lucirse, aunque haya que cambiar el título y añadir verduras: “ ¡Que también salgan pepinos, nabos y pimientos!

Cuando se cansa del activismo, descompone los juguetes y los arma de manera distinta. Acuario tiene la culpa de que la muñeca Nancy tenga patas de dragón y de que no haya ni un sólo juguete “normal” en el aula.

PISCIS: Habla con su amigo imaginario mientras mira por la ventana.

Sagitario tarda, pero al fin lo/la encuentra: “Piscis, eso no es la ventana. Es el armario. Y, en lugar de un caramelo, estás chupando el pegamento.”

Lo que le faltaba a Sagitario para perder la cabeza…

Ganas tiene de ser el primero de comprobar lo que dice el niño Géminis y saltar por la ventana con la capa del disfraz de Libra. Pero se aguanta.

Suena el timbre. Fin de la jornada. Mañana lo intentará de nuevo. Qué remedio…

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