Todo comenzó bien en tu relación con Aries. La historia prometía y el carnero parecía que iba a sentar cabeza a tu lado.
Pero, ¿qué sentar? ¡Se la aplastaste sentándote tú encima!
Le cortaste el entusiasmo
Antes de que tú te propusieras cambiarle, Aries se lanzaba a toda mecha para conquistar sus objetivos.
Hasta que llegaste tú para decirle que lo pensara mejor; que sopesara los pros y los contras. Y, qué mala pata, que le insististe con los contras:
— Piénsalo bien. Mira que eso es muy arriesgado…
Si le había ido bien hasta entonces, ¿por qué viniste a aguarle la fiesta?
Olvidaste recordarle lo especial que es
Aries inicia la rueda del zodiaco. Es el comienzo; el niño que necesita esas pequeñas muestras de apoyo, para fortalecer su autoestima y ganar en confianza en sí mismo.
Faltaron esos gestos por tu parte. Aries sintió que sus sueños y sus conquistas carecían de valor para ti.
Aunque realmente lo admirases por el afán con el que se entregaba a la lucha, te faltó decírselo a él/ella.
Pateaste su orgullo
Aries es fuerte y valeroso. Quería ser un pilar para ti; darte seguridad y un apoyo robusto en tiempos difíciles.
Sin embargo, te esforzaste en hacerle ver que no le necesitabas. Casi con desprecio (o, al menos, Aries así lo vio) rechazaste su cobijo:
— No me hace falta ninguna ayuda por tu parte.
¿Cómo crees que le sienta esto a un signo tan orgulloso? ¡Mal, claro!
Por todo eso y para preservar su autoestima, Aries decidió ponerle punto final a vuestra historia.
Y así es como termina la relación de Aries con una pareja poco adecuada para este signo.
Ojalá que no sea tu caso. 😮