Predicciones horrorosas para aries

Aries, usted quiere demostrar a sus amigos que es capaz de ganarles en esa carrera de bicis que planean hacer. Pues, no. Los astros no apuestan por usted. Si quiere ahorrarse la frustración, no participe.

Está previsto que los concursantes sean cinco: libra, piscis, sagitario, géminis y usted mismo.

Tauro y capricornio se han apuntado para animarles y cuidarles por el camino. Han elegido una carretera no transitada; han trazado la ruta; han llenado el coche de víveres y lo tienen todo listo para que los participantes disfruten de la velocidad.

Llega el día de la carrera. Capricornio da la salida. Tauro arranca el coche y ellos dos siguen a los cinco participantes, que comienzan un ágil pedaleo. Bueno, todos no. Piscis se lo toma con más calma.

parapenteA los pocos minutos, capricornio avisa con su megáfono de que un parapentista se dispone a caer sobre el grupo de corredores. – ¡Cuidadoooo…!

Se trata de acuario, que se ha desviado de donde pretendía aterrizar, y lo hace exactamente sobre géminis.

Tauro baja del coche con el botiquín en la mano, mientras que capricornio se va detrás de aries, sagitario y libra. Los tres siguen la carrera a toda pastilla.

Al llegar a socorrer a los magullados géminis y acuario, tauro levanta el parapente y los encuentra besándose. ¡Oooohhh…! Cuando el amor llega así, de esa manera…

Justo en ese momento pasa el rezagado piscis. Sonríe de oreja a oreja, toma una foto de la escena y le dice a tauro que se suba en la cesta de la bici, y deje a los enamorados en lo suyo.

Hasta aquí lo más bonito, porque en la cabeza de carrera las cosas vuelven a complicarse. Capricornio avista una vaca que se dirige hacia la carretera y vuelve a dar la voz de alarma: – ¡Vaca vaaaaa…!

Se trata de la vaca leo. La más bella de la zona que, en cuanto vio movimiento, decidió dejar de pastar y acercarse para que todos pudieran admirar su hermosura.

Los corredores consiguen esquivarla, pero caen en la ladera. La vaquita se retira con la cabeza baja, sintiéndose poco admirada.

Capricornio detiene el coche, llama al servicio de urgencias y se baja para ver a los tres corredores. Sagitario y aries se levantan un poco doloridos; libra permanece tendido, cuando en apenas un par de minutos aparece la eficiente ambulancia capitaneada por virgo.

Virgo va a atender a libra. Le realiza la respiración boca a boca, mientras que en algún lugar alguien está vigilando ese acto obsceno con unos prismáticos. Es el novio escorpio de virgo.

Preso de los celos, escorpio avanza muy decidido hasta el grupo. Todos lo miran sin saber qué hacer y, de repente, lo ven darse la vuelta y salir corriendo.

Qué raro… ¿Raro? Libra se da cuenta enseguida de la razón por la que escorpio se ha perdido sin dejar rastro: El toro cáncer está muy furioso por el desaire que le han hecho a su bella leo. Resopla y escarba en la tierra con una pata, dispuesto a atacar y a llevárselos a todos por delante.

– Aaaaaahhhhh…

Libra sale escopetado con su bicicleta. Aries y sagitario, detrás, mientras que el toro cáncer va tras ellos.

Virgo se marcha para arreglar lo suyo con escorpio. Y capricornio vuelve al coche para seguir lo que parece que se ha convertido en un encierro de San Fermín en bici.

Justo a tiempo para tomar una foto de la estampida, aparecen tauro y piscis. – ¿Ha quedado bien?¡Uy, sí! Es ideal.

Poco antes de llegar a la meta, el toro cáncer arrolla a los tres corredores, proclamándose vencedor.

Capricornio saca tres kilos de kleenex, vendas y tiritas, para socorrerle a usted y a sus amigos.

Piscis y tauro llegan mucho más tarde, pero a tiempo para tomar la foto, acompañados de la orgullosa vaquita leo, contentísima por la victoria de su amor.

La derrota le sabrá muy mal, amigo aries. Si hubiera perdido la carrera frente a personas, no estaría tan mal. Pero es que usted la perderá frente a ganado bovino…