Nunca enfades a piscis

piscisPiscis es el gran escapista del zodiaco. Cuando se siente atosigado por problemas, tensiones y sinsabores, sabe cómo desconectar de todo eso y perderse mentalmente en un mundo mejor.

Habitualmente es afable, buena gente, incluso dulce. E intenta seguir siéndolo en las situaciones difíciles, escapando con su imaginación cuando ve venir el enfrentamiento, en este caso.

Sin embargo, ya sea porque alguien le busque demasiado las cosquillas o por la situación en sí, en algunas ocasiones no puede escapar y… ¡EXPLOTA!

Los enfados de este signo son muy violentos. Primero, porque piscis suele evitar los enfrentamientos y, cuando estalla, es porque ya no puede contenerse más. Y, segundo, porque la gente está acostumbrada a su sonrisa, a su dulzura y placidez de carácter. Por lo que una reacción tan brusca resulta sorprendente.

No obstante, ahí donde lo ves, piscis puede hacer los comentarios más hirientes que te imaginas (insultos y barbaridades escatológicas incluidas). Y también es de los que no se lo piensan a la hora de darle un cabezazo al espejo, a la de tirarte un plato a la cabeza o a la de romperte una silla en la espalda.

Eso,  para que te hagas una idea. Afortunadamente, no todos son iguales. Sólo quédate con que este pececito angelical es un tsunami cuando se enfada de veras.

¿No es sorprendente? Piscis, en su estado habitual, suele tener consideración por sus semejantes. Pero, cuando se enfada, la pierde por completo.

No es que piscis pretenda ser cruel. Simplemente, no piensa en ese momento, sino que se deja arrastrar por la hecatombe emocional que experimenta.

Esa tempestad, afortunadamente, no suele ser larga. El Hulk piscis vuelve pronto a su apacibilidad habitual, aunque en el tiempo de enfado le haya dado tiempo a poner en tu contra hasta a tu propia madre.

Mientras tanto, lo más inteligente que puedes hacer es permanecer lejos. La calma no tardará en volver y, si hay algo que arreglar, luego lo hablas con piscis. (Aunque sería mejor que no le pasaras una factura por daños y perjuicios, para evitar un posible “reenfollinamiento”.)