Lo que Virgo oculta

virgoCuando Virgo entra en tu vida, lo hace sigilosamente, sin llamar la atención. De repente, un foco le alumbra:

Jolín. ¡Quítame de ahí esas luces!

Qué sequedad. Qué soserío… Con esa pinta estirada, lo primero que piensas es que tiene la sensualidad de un pepinillo en vinagre.

Para rematar, parece confirmarlo con ese perfeccionismo tan cargante.

Después te enteras de que aseguradoras, bancos, tiendas o instituciones gubernamentales le envían felicitaciones navideñas por ser tan buen chico / buena chica, que siempre cumple con puntualidad con sus obligaciones.

Hasta que, definitivamente, te convences de que no puede existir persona más aburrida en el mundo. Pero te estás precipitando…

Antes de ponerle la etiqueta de insípido y repelente, conoce…

[Aquí va un redoble de tambor…]

La cara oculta de Virgo

lado oculto de virgoAy, ay… Si tú supieras lo que es Virgo en sus adentros… Todo un mar de sensualidad, con espacio de sobra para turbulentos deseos, pasiones innombrables y sexualidad electrizante.

No lo parece. De hecho, si no tiene demasiada confianza contigo, le nombras cualquier picardía y pone cara virginal (obviamente). Una cara inocente y ajena a ello, como la de alguien que se pierde el final de un chiste. Tal cual.

Sin embargo, Virgo de inocente sólo tiene el nombre. Ah, bueno… y su comportamiento en público, que es intachable (la mayoría de las veces).

La cosa es que oculta esta faceta suya, tan distinta a la que exhibe, no por hipocresía (cualidad que detesta), sino por discreción y, sobre todo, por mantener el orden en su mismidad.

Orden, discreción y honestidad

Ése no es el lema de una empresa de espionaje (o sí… quién sabe). Lo que sí es seguro es que resume buena parte de la filosofía de Virgo.

Este signo sensual (como sus compañeros de tierra) es especialista en el arte de vivir el momento. A cada uno, le pone su melodía. Y lo hace siendo fiel a sí mismo/a.

Virgo trata de ser lo más auténtico/a y honesto/a posible, pero sin dejar a un lado la discreción, la prudencia y la humildad.

Olvídate, por ejemplo, de que Virgo te haga una lista de los amantes que ha tenido o de que te ponga al día de las peculiaridades íntimas de cada uno. Eso no es probable que lo haga, porque además es muy respetuoso.

Está bien. Si Virgo no termina de simpatizarte, en lugar de decir que es ordenado y discreto, llámale reprimido. Como quieras.

Lo que no cambia es la idea fundamental: Virgo muestra su lado oculto, el hiper-sensual, cuando siente la confianza necesaria para hacerlo y cuando encuentra a esa persona capaz de desatar su inspiración.

¿Eres tú esa persona?

Virgo prefiere la inteligencia a la elegancia. Prefiere el sentido común a la sofisticación. Y, si tienes algún interés en seducirle, prefiere que se lo pongas un poco difícil.

Si no le interesas en ese aspecto, por más que te empeñes y por más plegarias que dediques a tus santos preferidos, hay poco que hacer. Virgo no se irá contigo, así no le quede otra alternativa. Se queda con su radiante soltería, llevándola con mucho orgullo.

Si le interesas, Virgo irá aproximándose a su paso (que no se parece, para nada, a la velocidad centelleante de Aries, por ejemplo). Y esperará que tus aproximaciones sean igual de despaciosas.

¿Cómo es eso? Aquí lo tienes con más detalle: Pistas para seducir a Virgo.

Y por hoy terminamos el homenaje a la oculta sensualidad desbordante de Virgo, que quizás no es el amante más popular del zodiaco, pero sí uno de los que jamás se olvidan.