Limando los defectos de cáncer, leo y virgo

Continuamos con los defectos zodiacales y, sobre todo, con las recomendaciones para hacérselos más llevaderos a nuestros semejantes. Aquí, la segunda parte: cáncer, leo y virgo.

cáncerCáncer

Ese poderío que tiene tu imaginación lo puedes trasladar a algo productivo, pero a veces fastidia a los demás. Esto ocurre cuando tus pensamientos divagan por sepa dios qué cielos, los verbalizas, terminas comprometiéndote con otros y luego fallas a tus promesas. ¡Lo deberías haber pensado mejor! Vaya plan… Terminas olvidando promesas, obligaciones, favores y haces volar tu pensamiento hacia otros caprichos.

Y tú eres otro, junto con tauro, de los que tienen que echarle un ojo a sus hábitos en el comer y el beber. Eres propenso a los excesos. Así es que cuidado con el lustroso color que luces ahora, porque puede derivar en penosas tonalidades cetrinas que no te sentarían nada bien.

leoLeo

Cuidado con el exceso de vanidad, que hay contadas almas que aguanten a los presumidos estúpidos. Desinfla un poco tu ego, haz el favor…

También tienes tendencia a desconfiar en exceso, a veces hasta de tu madre. No me seas paranoico.

Te gusta jugar. ¡Ay, qué bueno! Pero cuidado, que tú eres de los que puedes desembocar en las apuestas que te hagan perder hasta el apellido.

virgoVirgo

Tú eres práctico, lógico y razonable, pero cuando te enfadas puedes convertirte en un energúmeno de los gordos. Cálmate, ¿quieres? Menudas zapatiestas puedes organizar… y las broncas gordas a pocos les gustan.

Otro asunto a tener cuidado, amigo virgo. Cuando la realidad te apisona, lo solucionas dándole una patada, mandándola a paseo y recreándote en un perfecto y lógico mundo imaginario. Lo que imaginas puede ser ideal, pero… ¡no existe! No nos expulses de tu mundo.

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