Estamos en plena serie de recopilación de los colores que se asocian a cada signo, bien por el carácter de cada uno o por cuestiones de buena fortuna. Y esta vez le toca el turno al complicado Cáncer.
¿Complicado? Mucho. Como buen signo de agua, es difícil de entender. El cangrejo es sensible, imaginativo e intuitivo hasta la médula. Sus emociones son cambiantes y variables en intensidad.
¿Te recuerda a una mujer? Más que una simple mujer. Cáncer es la gran madre de todo el zodiaco. Lo mismo que la Luna (su regente) fue considerada la “gran madre” por antiguas civilizaciones.
Este rollo viene a cuento de que los primeros colores en los que nos vamos a fijar para endosárselos a Cáncer son, precisamente, los de la Luna: plateado, gris y blanco.
El plateado trae armonía a su sensible y, en ocasiones, zozobrante mundo sentimental. Lo mismo que los distintos tonos de gris. Color éste que se halla dirimiendo la batalla entre el negro y el blanco de sus cambios de humor, para llegar a un estado intermedio de equilibrio.
A lo que llega el blanco, para ayudar a que la paz y la tranquilidad permanezcan.
Por cierto, esto me recuerda también a la aventurina (piedra de la buena fortuna para Cáncer, variante del cuarzo), que a su vez procura calma, serenidad y equilibrio al cangrejo (o eso se dice).
Y, al fin, separándonos de los colores que inducen al sosiego mental, nos encontramos con el naranja, para levantar la motivación cuando el problema sea el exceso de serenidad.
¿Qué tal le sientan estos colores a Cáncer? Si eres de este signo, podrías decirnos si se encuentran entre tus favoritos… o no.
